La materialización de taludes puede resultar en una labor compleja en términos de exposición de personas, equipos e instalaciones.

Fuente: El Mercurio / Ediciones especiales

En Chile existen taludes de distinta Índole, tales como rajos mineros, portales de túneles, represas, embalses en el sector de energía, terraplenes y cortes de obras viales, así como ferroviarias y botaderos, entre otros. No obstante, Alejandra Villouta, miembro del Directorio del Comité de Túneles y Espacios Subterráneos de Chile (CTES), asegura que todos ellos presentan una tendencia en común: el aumento de escala buscando mayores magnitudes en términos de altura e inclinación (más verticales) debido a los requerimientos de cada sector.

Según Villouta, que además se desempeñaba como ingeniera senior en diseño de proyectos de Arcadis, un ejemplo son las limitaciones de espacio en obras viales, que conllevan a que se desarrollen cortes y terraplenes con taludes más inclinados. En minería a cielo abierto, por otra parte, se profundiza -en la medida de lo posible- en aumentar su explotación y se generan rajos y túneles más profundos.

La experta dice que también están los depósitos de relaves y botaderos de estéril, que presentan mayores alturas; mientras que en el caso de energía, las mayores demandas energéticas requieren presas de mayor envergadura, lo que se traduce en taludes más altos y más inclinados.

“El gran desafío está en que los taludes, de la magnitud y especie que sean, sean estables en todo momento, especialmente en un país de alta sismicidad. Por lo tanto, se requiere garantizar su estabilidad, así como la seguridad de las personas y de las instalaciones, además de proteger el medio ambiente”, destaca.

Capital humano

Villouta indica que si comparamos Chile con otros países, el nuestro está al día en la materia, sobre todo en lo referente a la gran sismicidad presente a lo largo del país. Añade que otro aspecto importante es que hay campos en los que el país destaca, como el hecho de lidiar con obras de taludes de gran magnitud, o mega taludes, como lo son los de rajos mineros. Según ella, la inclusión de diseños sísmicos lleva a extender la etapa de diseño y a desarrollar estudios innovadores, así como análisis de riesgos en dichas materias.

La experta recalca además la importancia de que en el país existan profesionales idóneos para los requerimientos de diseño de taludes, los cuales destacan en diversas disciplinas como ingeniería geotécnica, geología, hidrogeología, geo mecánica, minería, obras civiles y viales, construcción, modelación, topografía y monitoreo, por mencionar algunas Áreas.

“En este contexto, es relevante que los distintos agentes involucrados promuevan avances en materias de investigación y desarrollo, donde se obtendría un mayor provecho si se fortaleciera la relación empresa-academia para así generar oportunidades de desarrollo en todos los ámbitos mencionados”, puntualiza.

Alejandra Villouta, miembro del Directorio del Comité de Túneles y Espacios Subterráneos de Chile (CTES).